* La Conferencia del Episcopado Mexicano alza la voz para llamar a la Paz
«Busquen la paz con todos y la santificación, sin la cual ninguno verá al Señor»
Heb 12,1
Ciudad de México, 24 de abril de 2024.,- Queridos hermanos y hermanas en Cristo, y a toda la sociedad mexicana:
Hace poco tiempo, nos dirigimos a ustedes con un mensaje de profunda preocupación
y un llamado urgente a la paz. Hoy, ante la intensificación de la violencia y la oscuridad que
amenaza nuestro caminar, reiteramos con mayor fuerza nuestro compromiso de trabajar
incansablemente por la construcción de una sociedad más justa, fraterna y pacífica.
Como nos recuerda el Santo Padre Francisco: «Cuanto más oscura es la noche, más debemos
abrir el corazón a la luz que viene de lo alto» (Homilía, 24 de diciembre de 2019). En medio de la
adversidad, estamos llamados a ser testigos de esperanza y a intensificar nuestros esfuerzos de
diálogo, compasión y reconciliación.
Sin embargo, no podemos ignorar la preocupante realidad que enfrenta nuestra
sociedad con la implementación de una cultura de muerte y violencia a través de la narco cultura que se
difunde en las redes sociales, imágenes violentas, cultos distorsionados como el de la Santa
Muerte y amedrentamientos digitales. Esta propagación de contenido dañino está
distorsionando los valores fundamentales que nos han caracterizado como nación y
erosionando el tejido social.
Como Iglesia, denunciamos enérgicamente esta glorificación de la violencia y hacemos
un llamado a todos los sectores de la sociedad para que se unan en un rechazo total a estas
prácticas destructivas. Debemos optar por recuperar y restaurar al México que siempre
ha sido conocido por expresar los valores de fe, familia, convivencia, tradiciones,
gastronomía, poesía, pintura, arte y sitios maravillosos para compartir con el mundo.
Nuestra nación debe engrandecerse por sacar lo mejor del ser humano, no por sucumbir a la
oscuridad de la violencia.
En este contexto, reafirmamos nuestra firme convicción en la defensa de los derechos
humanos como pilar fundamental para la dignificación de las personas. Cuanto más
trabajemos por su presencia en nuestras leyes e instituciones, más contribuiremos a construir
una sociedad donde se respete y valore la vida de cada ser humano.
Por ello, expresamos también nuestra preocupación ante cualquier confusión en la
comprensión o eliminación del Juicio de Amparo, que constituye una herramienta esencial
para la defensa de los ciudadanos ante arbitrariedades e injusticias por parte del Estado. En un
contexto marcado por la corrupción y la impunidad, debilitar este instrumento jurídico
atentaría contra los derechos fundamentales de la ciudadanía.
Hacemos un llamado a una profunda conversión de los corazones y optar por un
cambio radical, pasando de una cultura de muerte a una cultura propia de la Civilización del
Amor. En este año jubilar, al celebrar los 350 años de las apariciones del Sagrado Corazón de
Jesús a Santa Margarita María de Alacoque en Paray-le-Monial, encontramos en su latido de
amor y misericordia la fuerza vivificante capaz de sanar las heridas de nuestra sociedad. Sólo
teniendo el Corazón de Cristo como guía y modelo, podremos aspirar a construir en nuestra
amada patria el Reino de Dios, donde prevalezcan la justicia, la paz y la fraternidad.
Invitamos a todos los fieles y personas de buena voluntad a unirse en oración y acción,
siendo instrumentos de reconciliación y esperanza en sus comunidades. Que nuestro
testimonio de fe y compromiso social sea luz en medio de las tinieblas, y que juntos podamos
forjar un futuro más luminoso para México.
Que la Santísima Virgen María de Guadalupe, Madre y Reina de México, nos cobije
con su manto de amor y nos guíe por el camino de la paz y la justicia.
Con nuestra bendición y oraciones,
¡Amar a México hoy es orar más, participar votando y construir la paz!
† Mons. Rogelio Cabrera López
Arzobispo de Monterrey
Presidente
† Mons. Ramón Castro Castro
Obispo de Cuernavaca
Secretario General
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